Creo que recuerdo... el olor del jazmín de kimura invadiendo el patio de tu casa, mientras pateabas esa piedrecita deforme por los baldosines para llegar al cielo, sin escalas.
Así eras vos, un tipo de extremos -no extremista, de extremos- así te conocí, así me gustaste, y así te fuiste un día cualquiera. No sabías esperar y yo tampoco... dicen que por eso nos llevamos bien tan de repente y después nos olvidamos.
Desde que te fuiste, todas las esquinas se parecen, y no se distinguir si estoy en Recoleta o en Caballito, o en donde sea. A veces me parece vernos corriendo de la mano por esas vereditas sucias, para llegar al colectivo, que siempre nos dejaba pagando muertos de frío, pero eso no importaba porque nos daba más tiempo para los besos y esas melosidades.
Aquel día debería haberlo sabido, no recuerdo casi nada; solo ese olor dulzón de los jazmines, tus zapatillas rojas pateando la piedrita... decías algo que no escuché antes ni escucho ahora, porque podía ver como el cielo se iba acercando a la tierra, a tus manos extendidas, y eso me distraía, eso te llevaba lejos. Debería haberlo sabido, aunque en el fondo lo sabía mejor que en la superficie pero me hacía la tonta para no hacerme daño.
Hoy pase por una esquina de esas, igual a todas las otras esquinas del planeta, y en una pared había dos caras garabateadas y unas letras ilegibles. Se que no éramos nosotros, pero podríamos haber sido si hubiéramos querido. Se que no se donde estás hace tanto... pero podría saberlo si quisiera. También se que no serviría de nada, porque tu cielo queda lejos de mi tierra.
Creo que recuerdo... el olor del jazmín de kimura, como un viaje a través de los años, un viaje hacia vos, de ida y vuelta, hacia mi soledad.
Pasan los años, y como cambia lo que yo siento.. esa canción de Pablo Milanés se me vino leyendo eso. Hoy venía en el colectivo y un perfume también me trajo toda esa extraña nostalgia. Que lindo pero que raro a la vez..
ResponderBorrarTe mando un beso.
Lucho