Lo ve, con un dedo dibuja
sus ojos sobre los cristales.
El tacto, el frío,
afuera los pájaros, el ruido hueco.
Adentro todo está estático,
una página en blanco,
un silencio, ojos cerrados,
siempre cerrados.
Los ojos en el cristal chorrean,
el corazón chorrea,
el alma escurre y se disuelve...
Adentro y afuera se confunden,
tiñendo al hoja con gotas de agua
y ojos de pájaros,
cerrados, siempre cerrados.