29 octubre 2011

Sueño con pájaros,
en mi ciudad ya nadie sueña....

24 octubre 2011

Romances


Hay rincones que son marcados por el calor de un beso.


Irradiando destellos de luz en la lejanía, abren las puertas del olvido y las vuelan en pedazos, hasta iluminar cada pasillo de la memoria oscurecida.

Entonces, uno vuelve a ser habitante del vacío prohibido del romance secreto, del impulso que acelera el latido tieso de un corazón en cuarentena; estancado en un rincón que se disuelve en el tiempo y el espacio, marcado por el calor de un beso.

Apariciones

Abrí una cajita, chiquitita como todo lo que queda entre nosotros... y en un papel, una hojita, un corazoncito y un gato, encontré los restos de otra vida.

Lloré. Lloré y te vi sentado a los pies de mi cama, mirándome en silencio. Te sonreí entre lágrimas y leí una de tus cartas, esa que me escribiste en otoño. Ha pasado tanto tiempo y las cosas han mutado, cambiado de forma y color, los aromas son otros, los días son más cortos; y aquella vida cada vez más y más lejana.

Te deseo todo lo mejor... aunque casi nunca me salga decírtelo en la cara. Deseo que seas feliz y tengas una vida plena, que encuentres otro amor que me borre de un suspiro, que tus sueños se cumplan, que nunca te agobie la soledad o el sufrimiento.

Y tal vez, nunca pueda hacerte entender cosas tan simples, tenés la capacidad de complicarme; siempre la tuviste. Pero al menos así, teniéndote sentado a los pies de mi cama, mirándome sin decir una palabra... al menos así, sosteniendo una hojita de papel de carta con lágrimas en los ojos; pueda hacerte llegar mis mejores intenciones.

Ojalá sea suficiente.

15 octubre 2011

7 A

Desde mi ventana veo luces, muchísimas luces, siete pisos por encima del nivel de la humanidad.
Hace dos meses vivía en un lugar muy diferente, bastante verde, pero al ras del suelo; con la espalda y las manos en la tierra y los pies apuntando al cielo.

Mentiría si dijera que esto es millones de veces mejor, pero también si dijera que es peor. Aquí, arriba, el aire sopla más fuerte y se arremolina, y hace más frío que allá abajo... pero acá encontré un hogar, una calidez que allá en la tierra hacía rato había perdido.
Un día, hace mucho tiempo, me fui de aquel lugar que para siempre atesoraré como mío, mi raíz, mi tierra primera... me fui porque no podía crecer entre tanto caos, entre tanto dolor agridulce de existir ahí pero estarme haciendo tan mal; de amar ese lugar que me estaba destruyendo.

Algunas noches sueño con eso, con mi antigua ventana y la calle oscura a través de ella, con el frío de los cristales sobre el cual apoyé mi frente tantos días y noches; con el árbol que un día derribó una tormenta, con las rosas que mi padre plantaría para llenar ese hueco y nunca plantó.

En el cielo he soñado poco, he tenido muchas pesadillas y me ha costado dormir casi todas las noches. En el cielo no hay oscuridad como en la tierra, y a decir verdad extraño esa oscuridad silenciosa y perfecta, estremecedora.

Y heme aquí, desahogando penas, siete pisos por encima del nivel de la humanidad.

Charlas

Hoy hablé con Oliveira, está del otro lado del planeta
y la está pasando de maravilla.

"Que vuelvas algún día, o no, pero que sigas entero!"

12 octubre 2011








Hay un bosque de oscuridades

en el que me han dejado cuando niña,

yo camino en círculos
y nunca logro llegar a casa.

07 octubre 2011

"Esperando el impacto"


El mar se retrae, y ahí estoy yo... con los pies mojados y los puños cerrados, muerta de miedo.
Es el terror corriendo por las venas; la ola crece y crece, y yo ahí inmóvil cada vez más pequeña, sin poder quitar la vista de la cresta.

Y lo sé, sé que pronto la ola va a comerme.
Y si, tengo miedo, muchísimo miedo.
Y también, también ya estoy metida en este lío.