14 enero 2015

Diacronía del escondite


 Se convierte en fantasma a su antojo,  y desaparece ocultándose en los pliegues transparentes del río, dejándome el alma turbia, como de fondo de pecera olvidada. Me quedo huérfana de cuore y deseos, asfixiada en un latido solitario. Me abandonas como siempre en la tragedia, en la niebla espesa de las pesadillas amargas, recorriendo laberintos sin corona ni zapatos.

No te hacés cargo de tus huidas y desenfrenos, aplastándome sin medir el daño que generan tus despliegues; yo me quedo latiendo fantasmagórica y desvaneciente. En el tungsteno del olvido resplandece un nombre sin vocales, y de pronto en un susurro me vuelvo arena que se esparce en la brisa. Olvidada, pero en el olvido más profundo, simulando un filamento que se apaga fundiéndose en la negrura de la noche. Me desdibujo, como un bosquejo guardado por años en el cajón del escritorio.

Me carcome la soledad de mi nombre pronunciado al unísono en la nada, sin ecos de gloria. Vaya desierto de vidrio y flores muertas, me escurro en un mar que no existe. Abriendo ventanas, para alumbrar otra materialidad menos alcohólica y dolorosa. Me empeño por transitar, aún por mero capricho, realidades tajantes hasta el extremo de insoportables. Desaparezco bajo la sombra de tus ojos, frágil, transparente... privada de tus dulzuras quedo atrapada entre multitudes ciegas.

Deambulando por las tumbas de alucinaciones ajenas, a veces haciéndolas propias, adoptando miedos sólo para compartirlos con alguien de carne y hueso, y no ser una  más de esas criaturas deformadas que generan desagrado. Más bien prefiero ser como un volcán dormido, albergando la posibilidad de una furia arrasadora, demencial destrucción de todo lo que toca. Así quiero que me sientan, ya no como un pájaro frágil de alas quebradas; que me nombren y te estremezcas, al pensar que soy una hoguera en llamas, un arma de doble filo con escudo reforzado, y que ya nunca te me acerques, porque te puedo hacer sangrar.

13 enero 2015

Salvaje bis.

Ese feroz desencuentro; desemboca en el cambio de estado de mis ganas, de sólidas a líquidas... y luego, peligrosamente, acompañadas del calor de mil infiernos, se convierten en vapores tóxicos que inundan los salones de la casa. Fervientemente combustiono anhelos, atravesando la noche, huérfana de predicciones, ardo en llamas azules consumiendo insomnios.

Quisiera renunciar a esos deseos ilógicos, emerger de esa demencia desmedida en la que navego por cientos de millas náuticas, sin brújula ni mapa, ni estrellas que guíen mi aventura. Para acabar atando mi barca en un puerto de arenas finas y cielos claros. Y sentir el sabor de la fruta madura, sin la reminiscencia de un hocico jadeante que todo lo devora. Para dormir en las noches como es debido, y vivir los días sin los  fantasmas que me acompañan desde niña; ignorando esas presencias ectoplásmicas que sentencian mis pasos con presagios desdichados.

A la luz de la estrella madre, atraída por su fulgor magnificente, entrego rendida mi sangre a la tierra, con la lengua danzando entre sabores metálicos.

Cierro los ojos y me ofrezco al porvenir de mi desdicha.

11 enero 2015

07/12/2015 CUMPLEAÑOS


"A ver qué onda estos 10 años de blog..."

Gracias a todos los que han pasado, leído, criticado y compartido estos 10 años. 

09 enero 2015

Intempestiva


Podría, quizás, contar una historia de cada pequeño pliegue de piel en tus dedos, 

o describirte, con pocas palabras y muchos sabores... 
Y quisiera que pasáramos horas hablando de las cosas que no tienen nombre,
o simplemente escuchar como golpean tus zapatos contra el suelo,
ese ritmo continuo que parece marcar el latido de la tierra. 

 Disfruto del viento que trae sal y lleva flores,
viajando como un planeta alrededor del sol y las estrellas... 
Yo no sé si existen dimensiones físicas 
que expresen las sucesiones de estados por los que pasa la materia;
No sé qué día es hoy, ni qué vendrá mañana, pero ya no me apuro,
lo que tenga que ser, que sea; y lo que no, que se transforme.