Nunca sueño con caricias,
sos como el reflejo del fuego,
en esas noches en que dibujo tu cara,
con un dedo sobre un vidrio empañado.
Me pregunto si sabrás de mi
dondequiera que duermas
dondequiera que sueñes,
ahora que los instantes
quedan suspendidos
ahora que todo
queda intacto
y expuesto
como mi corazón,
debajo de la piel que arde
como los ojos entrecerrados
y los rostros construidos en los sueños.