01 febrero 2009

Desencuentros

Anidaban las tentaciones en mi ombligo, los restos de escarcha en el pelo, y el café impregnado en el fondo de la taza. Las noches sin fin no son para nosotros, sino el recuerdo de la vida que dejamos atrás.
Hubo amor en un tiempo y lo dejamos ir, simulando que ese sería el tiempo de nuestras vidas, el final y el comienzo de nuestras vidas. No he vuelto a amar de esa manera, si me lo preguntas... aunque tampoco creo en el amor a primera vista y todo eso.
No se, hay mañanas que mejor ni despertar, y noches que prefiero no dormir a tu lado. Cuando el viento castiga con lluvia y olor a tierra mojada, salgo a fumar a la vereda y me encuentro sola y perdida, sin amor y con la panza revuelta. Las noches sin fin no son para nosotros...
Como piedras que se hunden en el canal que serpentea detrás de tu casa, desaparece el deseo que hay en mi piel. Se disuelven como el azúcar en el café las tentaciones que anidaban en mi ombligo, y ya no me muerdo la boca, ya no lloro en las madrugadas... pero te amo más y más cada día.

4 comentarios:

  1. "Y es siempre el jardín de lilas del otro lado del río. Si el alma pregunta si queda lejos se le responderá: del otro lado del río, no éste sino aquél"

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  2. Yo tambien escribi una entrada para usted, que ampliare prontamente contandole todo lo qe le debo

    usted esta enamorada?

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  3. muchacha he vuelto al mundo del blog.

    el amor no es para cualquiera, la vida tampoco..

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  4. Anónimo2:30 p.m.

    -_- la noche con los ojos bien abiertos es el paréntesis más difícil de sobrellevar. Todo se acumula en la noche cuando la vida tapa sus oídos y el silencio es un camino que va directo a la memoria.
    No sé muy bien qué decir. Simplemente me parecen hermosos tus sentimentos.

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