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Sábado nublado... Pilar, Villa Rosa, 1998 más o menos. Mañana húmeda, charcos en el pasto verde oscuro. Mis abuelos, mi hermano y yo haciendo barquitos de papel... poniéndolos en los charcos, y mirándolos. El agua está helada, pero hermosa, y el cielo parece envolvernos delicadamente. La humedad prácticamente se respira, mientras miramos los barquitos deslizar. Algunos se hunden, otros se van lejos, Juan sonríe.
Sonrío, me pienso en uno de esos barquitos de papel, tan fuertes, tan débiles... a la deriva. Me doy cuenta de que soy como ellos. Me encuentro a la deriva, sin saber bien a donde ir. Tal vez, espero que mi propia cabeza me lleve a alguna parte, voy en busca del talento, que hoy me hace falta. Escribo lo que en mi mente se presente, y floto, y nado... y me hundo, y divago...