En un sueño veo barcos blancos y marea alta,
historias que se incendian en las bitácoras de los viajeros.
Tal vez algún día me encuentres,
entre líneas que describen nuevos continentes y la trayectoria de los planetas,
o tal vez no.
Me han hecho un retrato con flores en las manos y mirada triste;
y temo que pienses que todo lo que soy cabe en el trazo de un pincel con tonos ocres.
No sé explicar los sonidos que producen las letras de mi nombre,
ni cuántos latidos mantienen vivo a mi cuerpo;
pero si puedo decirte que a la eternidad nadie llega sin descomponerse.