Muchas veces me aburre la belleza
siento que no todo tiene que estar siempre
en armonía, en el lugar exacto,
ni ser de la manera esperada.
Me gusta la gente
que tiene la fuerza
de estar en su mundo,
y a veces quisiera que todo fuera
brutalmente estimulante,
no aburrirme en las fiestas
no andar buscando algo
con la mirada perdida
y la cabeza apoyada en el vidrio del colectivo.
Quisiera que una sola palabra me destruya
me desequilibre, me quite el sueño...
y a la vez odiaría que todo fuera tan fácil
tan inevitable como el enamoramiento,
como la caída de las hojas en otoño
como las promesas que se hacen en la noche
sosteniendo una cerveza
y mirando las estrellas como cómplices
imaginando que alguien nos sueña
en una cama de sábanas blancas,
o que somos simplemente
un segundo más en la historia del tiempo.