30 mayo 2011

En lo más profundo de la noche
yo no duermo
siquiera tengo frío con la ventana abierta y el viento soplando fuerte.
Afuera no se escucha ni un sonido
adentro no hay encendida ni una sola luz
pero yo no duermo.
Pienso en tus pisadas sobre el barro de una calle que no conozco
en el sonido de tus botas empastándose.
Se me cae una lágrima lenta por la mejilla derecha
y se estrella explotando, humedeciéndome las patillas.
Maquinalmente mis dedos la buscan sobre la piel mojada
la aplastan y la borran en un segundo.
Vuelvo a mirar al techo, o lo miro por primera vez en toda la noche
no lo se bien.
Vuelvo a mirar al techo y siento que mi corazón late
yo no duermo, ¿por qué no duermo?
pareciera que escucho el sonido de tus botas pegajosas
sobre mi piso de madera
y aunque no llueve, del techo chorrea agua
empapando mi cama.
Me estrujo dentro de las mantas
todavía no estoy durmiendo.

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