El mar se retrae, y ahí estoy yo... con los pies mojados y los puños cerrados, muerta de miedo.
Es el terror corriendo por las venas; la ola crece y crece, y yo ahí inmóvil cada vez más pequeña, sin poder quitar la vista de la cresta.
Y lo sé, sé que pronto la ola va a comerme.
Y si, tengo miedo, muchísimo miedo.
Y también, también ya estoy metida en este lío.
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