24 enero 2011

Llamada.

Es de tarde, pero no es tan tarde para llamarte y decirte que te quiero. Que recién ahora me animo a decírtelo, que al fin es apropiado pronunciar esas dos palabritas edulcoradas.

Me emociono, marco tu teléfono.
Suena un tono,
dos,
tres,
cuatro...
contestador.
CORTO.

A lo mejor no era el momento. Cosas que pasan.

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