24 agosto 2011

Entre escritores.

Matías: lo que tiene que vos no decís de más nunca, es una buena habilidad. No encontré cosas de más en lo que leí tuyo

Tália: qué serían cosas de más?

Matías: palabras de más, aclaraciones de más.

Tália: me gusta mantener el suspenso, cuando me cuentan un cuento que ya se como va a seguir no lo escucho, pierdo el tiempo.

Matías: totalmente

Tália: en este caso, supongo que tiene que ver con que el personaje te cuenta una historia, que no se tiene que volver una historia de reunión de adolescentes, pero tampoco una declaración policial.. mucho detalle aburre también, poco te la deja picando pero no te engancha.

Matías: sí, tenés que leer a Carver, ese tipo no te suelta.

Tália: jajaja, why?

Matías: porque cuenta la historia desde un costado, uno lo lee y no sabe por qué sigue, pero sigue y eso está bueno. Yo hago esos intentos cada tanto.
O si ves cine con algunas de los hermanos Cohen, no sabés para donde van a agarrar, funcionan de manera rara..

Tália: me gusta lo raro. Me gusta, cuando leo, imaginarme a la persona escribiendo eso años atrás; pierdo tiempo en pensar en qué circunstancias habrán escrito tal o cual línea, y tengo la certeza de que NUNCA le atino jajaja.

Matías: eso me pasa también, pero es el oficio supongo, a veces descubrís cosas. Yo intuí que el tipo del Perfume se había bloqueado en la parte de la meditación del personaje. y era cierto, me sentí bien cuando lo confirmé. Ese es un libro para que compres...
No, a veces le atinas, pero sino no importa, vale el ejercicio de imaginar. También está que los tipos mienten cuando hablan del oficio.
Mirá esto, lo escribí mostrando una porción pequeña de las cosas, intenté.

Tália: vos tenés eso que tienen los autores, de poder hablar del recuerdo de las piedras con musgo de un personaje, a mi me cuesta un poco a veces...
Deberías perder la técnica, soltarte más, pero soltarse es volverse barrilete y olular de acá pa' allá

Matías: puede ser, siempre está el intento. Totalmente.

Tália: me gusta cuando hacés eso, crear la mente de un personaje, esa fibra íntima de cada persona. Como mi Elvio pensando en la bici inglesa del abuelo, o tu Vivian en el color del musgo en las piedras.

Matías: claro, entiendo, siempre es bueno meter eso. Tengo otros intentos de esos.

Tália: tu problema es ese, que intentás, tendrías que dejar que las cosas salgan solas. La literatura no se hace, sucede.

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